top of page

Desarrollo sustentable: el camino hacia ciudades ordenadas, responsables y con futuro

En un mundo cada vez más urbanizado y vulnerable a los efectos del cambio climático, el desarrollo sustentable ya no es una opción, sino una necesidad.

México

23 de abril de 2025

Redacción

Las ciudades siguen creciendo, los desarrollos inmobiliarios avanzan y la demanda de servicios, vivienda y espacios públicos continúa en aumento. Ante esta realidad, es indispensable que el crecimiento urbano se dé de manera ordenada, con visión a largo plazo y bajo criterios que garanticen el bienestar ambiental, social y económico de las comunidades.


El desarrollo sustentable es precisamente eso: una forma de construir que considera el impacto en el entorno, promueve la eficiencia de los recursos, protege el medio ambiente y mejora la calidad de vida de quienes habitan o habitarán esos espacios.


Para que un desarrollo pueda considerarse verdaderamente sustentable, debe incorporar diversas características: diseño urbano eficiente, gestión responsable del agua y la energía —por ejemplo, mediante el uso de plantas de tratamiento que eviten descargas al subsuelo o cuerpos de agua y permitan reutilizar el 100% del recurso—, integración social, presencia de áreas verdes funcionales y bien integradas al entorno urbano, e infraestructura resiliente.


Uno de los modelos más avanzados a nivel internacional para evaluar y reconocer este tipo de desarrollos es la certificación LEED for Communities (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés). Esta certificación, otorgada por el U.S. Green Building Council, evalúa el desempeño general de comunidades y ciudades en aspectos como energía, residuos, calidad del aire, salud, equidad y economía, reconociendo aquellos desarrollos que logran integrar la sustentabilidad en su planeación y operación diaria.


Impulsar este tipo de estándares en México es clave para garantizar que nuestro crecimiento urbano sea inteligente, ordenado y resiliente. Contar con desarrollos que busquen certificaciones como LEED for Communities no solo representa un avance en materia ambiental, sino que también mejora la imagen del país, atrae inversiones responsables y genera confianza tanto en autoridades como en habitantes.


Pero para que este modelo tenga éxito, es fundamental que la sociedad aprenda a identificar y reconocer un desarrollo verdaderamente sustentable frente a aquellos que solo lo aparentan. La participación ciudadana informada es una herramienta poderosa: cuando una comunidad exige transparencia, planeación integral y respeto al entorno, contribuye a frenar prácticas que afectan el crecimiento ordenado y obstaculizan el desarrollo de proyectos comprometidos con el futuro.


Hoy más que nunca, debemos dejar de lado la idea de que el desarrollo urbano y la protección ambiental están en conflicto. El reto no es detener el crecimiento, sino asegurar que ocurra de la manera más sustentable posible. Apostar por desarrollos que equilibren progreso y responsabilidad es el primer paso hacia ciudades más justas, más verdes y mejor preparadas para los desafíos del siglo XXI.

Comparte

bottom of page