Este jueves, el Parlamento de Ucrania aprobó la dimisión de Denis Shmihal como primer ministro tras más de cinco años en el cargo, dando paso a la confirmación de Yulia Svyrydenko como jefa de Gobierno. Elegida por su papel decisivo en las negociaciones de un acuerdo de materias primas con Estados Unidos, Svyrydenko, de 39 años, asume la responsabilidad de implementar los compromisos alcanzados con los socios internacionales y de presentar un nuevo programa de gobierno.

El presidente Volodimir Zelensky justificó la reestructuración como un paso necesario para acelerar la aplicación de los acuerdos de seguridad y economía firmados en Washington y en Bruselas. A pesar de la vigencia de la ley marcial, que limita la revocación de cargos clave del Estado, la Rada Suprema validó el relevo, en medio de críticas de la oposición por el procedimiento apresurado y presuntas violaciones al artículo 10 de la ley marcial.

Expertos coinciden en que detrás del movimiento hay tanto un intento de disipar tensiones internas —por la gestión de la defensa, infraestructuras y programas sociales— como la voluntad de proyectar unidad ante Occidente. Shmihal, en lugar de abandonar el Ejecutivo, pasará a la cartera de Defensa, lo que, según analistas, evidencia la estrategia de Zelensky de mantener cohesionadas a las figuras de confianza dentro del equipo de crisis.