El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que comenzó a organizar una reunión entre los mandatarios de Rusia, Vladímir Putin, y de Ucrania, Volodímir Zelensky, como parte de los esfuerzos para acercar posturas en el conflicto que enfrenta a ambas naciones.

Trump detalló que, tras conversar con Putin por teléfono, inició los preparativos para un encuentro bilateral en un lugar aún por definir. Posteriormente, se llevaría a cabo una segunda fase con una reunión trilateral en la que él mismo participaría.

“Después de esa reunión, tendremos una trilateral en la que participarían los dos presidentes y yo”, señaló el mandatario durante una conferencia de prensa en Washington.

Zelensky se muestra dispuesto; Moscú guarda reservas

El presidente ucraniano se manifestó abierto a la propuesta de Trump, destacando que un encuentro directo con Putin, mediado por Estados Unidos, podría ser un paso relevante hacia la paz.

No obstante, desde Moscú, Yuri Ushakov, asesor de política internacional del Kremlin, evitó confirmar la futura cita, aunque reconoció que Putin y Trump hablaron sobre elevar el nivel de representación en las próximas negociaciones.

Reunión clave en la Casa Blanca

La propuesta se enmarcó en una reunión de más de dos horas en la Casa Blanca, en la que participaron Trump, Zelensky y líderes europeos, entre ellos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el secretario general de la OTAN, Mark Rutte; el presidente francés, Emmanuel Macron; y los primeros ministros de Reino Unido e Italia, Keir Starmer y Giorgia Meloni.

De acuerdo con Trump, las conversaciones abordaron garantías de seguridad para Ucrania ofrecidas por diversos países europeos, en coordinación con Estados Unidos. El expresidente insistió en que “la paz es posible” y que todos los presentes coincidieron en reforzar los compromisos con Kiev.

Debate sobre intercambio territorial

Uno de los temas más polémicos fue la propuesta de Putin de un “intercambio de territorios”, que implicaría la cesión a Rusia de regiones como Donetsk y Lugansk. Trump sostuvo que debía discutirse, aunque Kiev reiteró que dicha opción es inaceptable y viola la Constitución ucraniana.

La iniciativa de Trump busca posicionar a Washington como mediador directo en un conflicto que ha marcado la política internacional y la seguridad europea en los últimos años.