Pakistán en alerta por nuevas inundaciones; en Buner buscan a casi 150 desaparecidos
Autoridades advierten lluvia intensa en el sur con hasta 100 mm en 24 horas; en el noroeste, rescatistas recuperan cuerpos y buscan a decenas tras desbordes que arrasaron aldeas.

20 de agosto de 2025
Pakistán
Redacción
Las autoridades paquistaníes emitieron una nueva alerta por riesgo de inundaciones para varios distritos del sur del país y advirtieron de lluvias torrenciales en las próximas 24 horas, mientras equipos de rescate continúan la búsqueda de casi 150 personas desaparecidas en el noroeste, donde las crecidas y los aludes han dejado centenares de muertos en los últimos días.
El Centro Nacional de Operaciones de Emergencia anunció previsiones de hasta 100 milímetros (aproximadamente cuatro pulgadas) de lluvia en zonas de la provincia de Sindh —entre ellas Karachi, Hyderabad, Thatta, Badin, Mirpurkhas y Sukkur—, un volumen capaz de anegar carreteras, cortar servicios y paralizar el transporte si se confirma. Las escuelas en Karachi han quedado cerradas ante la inundación de calles y la interrupción de servicios básicos.
El balance del desastre sigue creciendo: los informes oficiales y de prensa ubican en centenares el número de fallecidos por las lluvias monzónicas desde finales de junio, y en las últimas 24 horas se registraron decenas de muertes en distintas regiones, especialmente en Gilgit-Baltistán y Karachi. Las autoridades nacionales han movilizado esfuerzos de atención y reparto de ayuda humanitaria en las zonas afectadas.
Buner, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, es uno de los puntos más golpeados: las crecidas, que arrastraron grandes rocas y fango, arrasaron viviendas y dejaron montones de escombros. Allí el recuento de fallecidos aumentó a cientos y los rescatistas, apoyados por perros rastreadores del ejército, continúan recuperando cuerpos y buscando a las personas reportadas como desaparecidas. Los equipos de emergencia han distribuido tiendas, mantas, alimentos listos para consumo y agua potable, y trabajan en restablecer energía y abrir carreteras dañadas.
El primer ministro Shehbaz Sharif y el jefe del ejército, el mariscal de campo Asim Munir, programaron visitas a las zonas afectadas para supervisar la respuesta, entregar ayuda y prometer reparaciones de infraestructura; los gobernantes han llamado a evitar la construcción cercana a cauces vulnerables mientras se realiza la evaluación de daños.
Habitantes y testigos han relatado que las crecidas fueron súbitas y de gran violencia, con poco tiempo para evacuar; algunos han cuestionado la demora o insuficiencia en los avisos preventivos, aunque las autoridades señalan que la intensidad y rapidez de ciertas tormentas (cloudbursts) complican la emisión de alertas y la reacción temprana. El fenómeno de lluvias monzónicas superiores a lo habitual —vinculado por especialistas a patrones meteorológicos extremos— ha vuelto a exponer la vulnerabilidad de comunidades montañosas y costeras.
La combinación de rescates en terreno difícil, la necesidad de restaurar servicios básicos y la amenaza de nuevas lluvias obliga a las autoridades a mantener operaciones de emergencia simultáneas en varias provincias. Organizaciones internacionales y países donantes han comenzado a canalizar ayuda y suministros mientras la situación humanitaria sigue evolucionando.

