España amplió los refuerzos para combatir una oleada de incendios forestales que afecta con especial intensidad al noroeste del país y aceptó el ofrecimiento de varios socios europeos para apoyar las labores de extinción. Países Bajos, Alemania, Francia, Italia y Eslovaquia aportaron aeronaves y equipos terrestres para sumarse a los despliegues civiles y militares españoles.

Entre los recursos recibidos figuran dos helicópteros Chinook ofrecidos por Países Bajos —con capacidad para transportar hasta 7,000 litros de agua— que se prevé se estacionen en la Base Aérea de León, y un helicóptero BlackHawk eslovaco con capacidad de 3,400 litros que será ubicado en la base de la brigada forestal de Pinofranqueado, en Cáceres. También se incorporaron al teatro de operaciones dos aviones Canadair procedentes de Italia, desde la base aérea de Matacán (Salamanca), y unidades terrestres como el equipo alemán GFFF-V (50–60 personas y más de 20 vehículos).

La provincia de León concentra el mayor foco de riesgo y ha sido escenario de evacuaciones masivas en varias localidades; también se reportaron desalojos en áreas de Salamanca, Palencia y Extremadura, mientras en la provincia de Orense se mantienen múltiples incendios activos. Las autoridades regionales y nacionales han reforzado el despliegue de medios aéreos y terrestres ante las altas temperaturas y los fuertes vientos que favorecen la propagación.

La crisis ha cobrado ya vidas en labores de extinción: un bombero murió y otro resultó herido cuando una autobomba volcó en Espinoso de Compludo (León) durante tareas para contener el incendio de Yeres; el suceso fue confirmado por las autoridades y diversos medios que cubren la emergencia.

En Portugal, la situación también es grave: el Gobierno luso prorrogó el estado de alerta por 48 horas más, hasta el martes 19 de agosto, y agradeció la cooperación extranjera, entre ella la cesión de dos aviones Canadair por parte de Marruecos, que permanecerán en suelo portugués hasta el miércoles para reforzar las operaciones aéreas. Además, se informó del fallecimiento de un bombero en un accidente de tráfico mientras se dirigía a un incendio en la zona de Covilhã/Fundão; otros cuatro bomberos resultaron heridos en ese siniestro.

Las autoridades insisten en que los refuerzos internacionales y la movilización de fuerzas —incluido el despliegue adicional de tropas y recursos nacionales— son necesarios para controlar los múltiples frentes abiertos. Mientras tanto, las evacuaciones y los daños ambientales y económicos se amplifican en una temporada de incendios que ya se considera de las más intensas en años recientes en el sur de Europa.