La aerolínea española Iberia anunció la prórroga de la suspensión de sus vuelos a Venezuela hasta el 31 de diciembre, decisión tomada con base en una recomendación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea de España (AESA). La medida se enmarca en un escenario de tensión creciente entre Caracas y Washington, que ha impactado directamente a la aviación comercial en la región.

La ampliación de la suspensión se da pocos días después de que el gobierno venezolano revocara las concesiones de operación a seis aerolíneas internacionales que interrumpieron sus servicios, luego de que autoridades de aviación de Estados Unidos emitieran una advertencia sobre una “situación potencialmente peligrosa” en el espacio aéreo venezolano.

Ante estas decisiones, las autoridades de Caracas acusaron a las compañías de sumarse a supuestas “acciones de terrorismo de Estado” promovidas por Estados Unidos, elevando aún más la tensión política alrededor del uso del espacio aéreo del país sudamericano.

Opciones para pasajeros afectados y compromiso con la seguridad

Iberia, perteneciente al grupo International Consolidated Airlines Group (IAG), informó que los pasajeros afectados podrán cambiar sus billetes, reprogramar su viaje hacia un destino cercano o solicitar un reembolso. La compañía subrayó que su intención es reanudar los vuelos a Caracas en cuanto se restablezcan plenamente las garantías de seguridad para operar en la ruta.

La aerolínea forma parte del grupo de compañías internacionales que en meses recientes habían reiterado su disposición a regresar al mercado venezolano una vez que las condiciones lo permitieran. Sin embargo, la actividad militar en el Caribe y las alertas de seguridad aérea han mantenido suspendidos la mayoría de los servicios hacia el país.

Tensiones geopolíticas y presión sobre la conectividad aérea

La decisión de Iberia de prolongar la suspensión hasta finales de diciembre refleja el impacto directo de las tensiones geopolíticas en la conectividad aérea de Venezuela. Por un lado, se encuentran las advertencias de autoridades estadounidenses sobre riesgos para la aviación; por otro, las medidas del gobierno venezolano contra aerolíneas que detuvieron operaciones tras esas alertas.

En ese contexto, el espacio aéreo venezolano se ha convertido en un punto sensible de la disputa política y militar, afectando tanto a las aerolíneas internacionales como a los pasajeros que dependen de estas rutas para viajes de negocios, turismo o reunificación familiar.

Mientras no se normalicen las condiciones de seguridad y se reduzcan las tensiones, la reanudación de vuelos regulares hacia Caracas seguirá condicionada por las evaluaciones de riesgo que realizan organismos reguladores y aerolíneas. Iberia ha remarcado que su prioridad es proteger la integridad de tripulaciones y pasajeros, antes de cualquier decisión comercial.