El primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, calificó el reciente ataque israelí en Doha como “terrorismo de Estado” y urgió a la comunidad internacional a dejar de aplicar una “doble moral” y a sancionar a Israel por sus acciones, según declaraciones difundidas por el gobierno qatarí en la víspera de una cumbre de cancilleres árabes y musulmanes en Doha.

La reunión de ministros de Relaciones Exteriores, convocada con carácter de emergencia, busca coordinar una respuesta regional tras el bombardeo que alcanzó un objetivo en territorio qatarí donde se encontraba personal vinculado a Hamás. La cita, que se realizó en Doha, fue presentada por las autoridades qataríes como una plataforma para expresar solidaridad y evaluar medidas diplomáticas y políticas frente a lo ocurrido.

Según reportes internacionales, el ataque en Doha dejó varios fallecidos —entre ellos miembros de la estructura de Hamás y personal qatarí— una acción que, además de provocar condena en la región, tensó las relaciones entre Israel y varios países del Golfo y del mundo árabe. La ofensiva también reavivó el debate sobre la protección de procesos de mediación y las garantías que deben recibir las sedes diplomáticas y negociadoras.

Pese a la fuerte crítica, Al Thani subrayó que Qatar mantendrá su papel mediador en la búsqueda de un alto el fuego en la Franja de Gaza y que seguirá trabajando junto a Egipto y Estados Unidos para avanzar en las negociaciones, aunque advirtió que la agresión constituye “un ataque al principio mismo de la mediación”.

La condena qatarí y la convocatoria a la cumbre respondieron también —según el primer ministro— a la necesidad de que la comunidad internacional no tolere acciones que, a su juicio, violan el derecho internacional. En su intervención ante delegados, Al Thani pidió castigos y responsables efectivos, y emplazó a los países participantes a enfrentar lo que calificó como un patrón de impunidad.

Qué puede venir ahora

Los ministros reunidos en Doha analizarán propuestas colectivas que van desde sanciones diplomáticas hasta condenas públicas y medidas coordinadas en foros multilaterales. Expertos y gobiernos consultados por la prensa advierten que, si bien la cumbre tiene un fuerte componente político y simbólico, cualquier medida concreta requerirá negociación entre países con distintos intereses y relaciones bilaterales con Israel.