Durante la operación salida veraniega, España enfrenta una ola de incendios forestales alimentados por la acción humana y condiciones meteorológicas adversas. En la comarca cacereña de Las Hurdes, el fuego de Caminomorisco se convierte en el más preocupante: con casi 2,600 hectáreas quemadas y un perímetro de 28,5 km, ha obligado a desalojar de madrugada a 200 vecinos de seis núcleos (Cambrón, Dehesilla, Huerta, Avellanar, Robledo y Mesegal). Hasta 90 personas siguen alojadas por precaución en la residencia de estudiantes local.

Con 400 efectivos desplegados, se ha logrado estabilizar cerca del 70% del perímetro, pero el flanco noroeste —con terreno escarpado hacia Avellanar— amenaza con reactivaciones y prolongar las labores de contención varios días más.

En el sur de Ávila, el incendio del Barranco de las Cinco Villas ha consumido alrededor de 2,200 ha y, pese a estar ya controlado en un 90%, dejó un bombero fallecido en zona de difícil acceso. Los municipios de El Arenal y Mombeltrán levantaron el confinamiento tras ataques técnicos de los equipos de extinción, aunque persiste el riesgo de reactivación por el viento y el humo sigue obligando al uso de mascarillas. Medio millar de personas trabajan a contrarreloj en un relieve abrupto que dificulta el avance de las brigadas.

En Pontevedra, el fuego de A Cañiza ha generado alerta máxima tras activarse cinco focos simultáneos a lo largo de una carretera, lo que aceleró su propagación hasta las 200 ha. La Unidad Militar de Emergencias (UME) y los servicios de la Xunta movilizaron cuadrillas y aeronaves para proteger el cercano núcleo de Nogueiró, donde los fuertes vientos y la sequedad del ambiente complican la contención.

Con 14 grandes incendios que ya han consumido más de 42,000 ha en lo que va de año, España refuerza la coordinación entre INFOEX, UME y brigadas autonómicas. Las principales dificultades provienen del origen humano de la mayoría de estos fuegos, el acceso limitado al terreno y la simultaneidad de siniestros en zonas críticas, lo que mantiene en alerta máxima a los servicios de emergencia.