En una visita de alto perfil, el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, fue recibido este miércoles por el presidente Vladimir Putin en el Kremlin para una reunión descrita como “útil y constructiva” por el asesor presidencial Yuri Ushakov, según Reuters. El encuentro, que se extendió por unas tres horas, se produce a tan solo dos días del plazo dado por el presidente Donald Trump para que Rusia acepte un alto al fuego en Ucrania o enfrente nuevas sanciones.

Durante la sesión, ambas partes intercambiaron “señales” sobre la situación en Ucrania, aunque el Kremlin no precisó su contenido. Los medios estatales rusos, como TASS y RIA Novosti, apuntaron que Witkoff —quien ya había acompañado al mandatario en otras gestiones diplomáticas— reportará a Trump los avances antes de decidir si impone aranceles adicionales a las importaciones energéticas rusas o a los países que compran crudo de Moscú, incluida India.

Previo al viaje, Trump advirtió que, de no haber un acuerdo para este viernes 8 de agosto, podría aplicar sanciones secundarias a compradores de petróleo ruso y elevar aranceles hasta un 500% sobre mercancías de esos países. Además, ordenó el posible reposicionamiento de submarinos nucleares para dejar claro que EE. UU. está “preparado” ante cualquier giro de la crisis.

En paralelo, Trump conversó con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, sobre un nuevo paquete de apoyo militar y medidas económicas que “podrían cambiar mucho” el panorama económico de Rusia, según fuentes cercanas. Aun así, la efectividad de las sanciones dependerá de la capacidad de Washington de hacerlas cumplir y de la habilidad de Moscú para evadirlas mediante su “flota fantasma” de petroleros.