El embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Matthew Whitaker, confirmó que el gobierno de Washington está acelerando el envío de armamento a Ucrania, ante la necesidad urgente de fortalecer sus defensas contra la agresión rusa. Además, señaló que en los próximos días podría autorizarse la transferencia de misiles Patriot desde los arsenales norteamericanos.

“Las cosas avanzan muy rápido”, declaró Whitaker, aunque aclaró que aún no hay fechas precisas para la conclusión de las entregas. El plan contempla que naciones europeas y Canadá adquieran sistemas Patriot y otros equipos de fabricación estadounidense para luego reexportarlos a Ucrania, garantizando así un flujo constante de suministros militares.

En paralelo, la embajada de EE. UU. en Moscú dejó claro que las relaciones bilaterales con Rusia no se normalizarán hasta alcanzarse una paz sostenible entre Moscú y Kiev. “No abordaremos la cooperación política ni económica hasta que se logre un acuerdo duradero”, advirtió Whitaker en declaraciones al diario Izvestia.

Por su parte, desde Bruselas, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, celebró la decisión de Washington: “Es evidente que Estados Unidos ha comprendido que Rusia no busca la paz real”, afirmó ante la prensa. Asimismo, el comandante de la OTAN en Europa, Alexus Grynkewich, indicó que ya se encuentran en la fase preparatoria para la llegada de los primeros sistemas Patriot a suelo ucraniano.

En Moscú, el exmandatario Dmitri Medvédev negó cualquier intención de atacar a la OTAN o a los países europeos, pero advirtió que, de intensificarse el conflicto, Rusia responderá y podría considerar ataques preventivos. Al mismo tiempo, las delegaciones de ambos países avanzaron en un intercambio de restos de soldados caídos: Rusia entregó mil cuerpos ucranianos y recibió 19 de sus propios combatientes, según informó el negociador Vladímir Medinski.