Egipto reúne este lunes en la ciudad costera de Sharm el-Sheij a más de veinte líderes mundiales —en una cumbre que será copresidida por el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump— con el objetivo de ultimar un acuerdo que consolide el cese de hostilidades en Gaza y marque las próximas etapas para la reconstrucción y la seguridad en la región.

La cita, convocada por El Cairo tras el acuerdo temporal para la liberación de rehenes y el intercambio de prisioneros, busca traducir los compromisos iniciales en pasos concretos: garantizar el cumplimiento del alto el fuego, coordinar el ingreso de ayuda humanitaria y definir mecanismos para la estabilización y la reconstrucción de Gaza. A la reunión asisten jefes de Estado y de gobierno europeos y regionales —incluidos Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y Giorgia Meloni, entre otros— además de representantes de organismos multilaterales.

El acuerdo que se analiza en Sharm el-Sheij se produjo tras una serie de gestiones diplomáticas en las que actuaron como mediadores Estados Unidos, Egipto y Catar. Como parte de la implementación inicial del alto el fuego se efectuaron intercambios de prisioneros: Israel anunció la puesta en libertad de varias centenas de detenidos palestinos —incluyendo un listado de 250 presos catalogados como de “seguridad”— mientras que Hamás entregó los últimos rehenes vivos y comunicó la devolución de restos de personas fallecidas en cautiverio, hechos que aceleraron la convocatoria a la cumbre.

La presencia del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y de otras delegaciones internacionales subraya la intención de ofrecer a Gaza un marco de acompañamiento multilateral para la reconstrucción, la verificación de compromisos y la supervisión de las fases posteriores al cese de hostilidades. Los organizadores esperan que la reunión permita acordar calendarios, garantías de seguridad y la movilización de asistencia humanitaria y financiera inmediata.

Aunque la cumbre representa un paso diplomático significativo, persisten desafíos clave: la implementación efectiva de la seguridad en el terreno, el futuro del control civil en Gaza, la verificación de la liberación y el destino de los prisioneros liberados, así como las condiciones para que la tregua se mantenga a mediano plazo. La comunidad internacional, reunida en Sharm el-Sheij, encara la tarea de convertir el acuerdo en acciones verificables que reduzcan la violencia y permitan la asistencia sostenida a la población afectada.