Al menos cuatro personas murieron y ocho resultaron heridas tras un ataque ocurrido el domingo en una iglesia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormona) en Grand Blanc Township, Michigan. Testigos y autoridades indicaron que además sigue la revisión de las ruinas por si hubiese más víctimas desaparecidas.

Las primeras versiones oficiales señalan que el agresor impactó con un vehículo la entrada del templo, abrió fuego con un rifle de asalto y provocó un incendio en el edificio. Agentes que llegaron al lugar intervinieron en cuestión de minutos y abatieron al sospechoso en el estacionamiento; según registros, el tiempo transcurrido entre las primeras llamadas de emergencia y la neutralización fue de menos de diez minutos.

Entre las víctimas, al menos dos perdieron la vida por disparos, mientras que los heridos suman ocho personas —una en estado crítico y siete estables—, según el jefe de policía local. Testigos relataron escenas de pánico: feligreses huyendo, vehículos dañados por disparos y el interior de la iglesia envuelto en llamas antes de que bomberos lograran controlar el fuego.

Las autoridades federales confirmaron que el FBI investiga el incidente como “un acto de violencia selectiva” y la ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) colabora en las indagatorias. Agentes señalaron que se detectó el uso de un acelerante —presuntamente gasolina— para iniciar el incendio y que en el lugar fueron hallados objetos descritos inicialmente como “presuntos artefactos explosivos”, cuya relación con el siniestro aún se verifica.

El sospechoso fue identificado por las autoridades como Thomas Jacob Sanford, de 40 años, originario de Burton, Michigan. Registros públicos indican que Sanford fue miembro del Cuerpo de Marines y que participó en un despliegue a Irak entre 2007 y 2008; su historial militar y su vida previa están siendo revisados por los investigadores mientras se indaga el móvil del ataque. Sanford murió en el enfrentamiento con la policía.

Los equipos de emergencia continuaron el rescate y la búsqueda en modo de recuperación, revisando escombros y recolectando evidencias para aclarar cuántas personas quedaron atrapadas bajo los restos del edificio y cuál fue la secuencia exacta de los hechos. Hasta el cierre de los primeros reportes no se habían identificado formalmente a las víctimas. Las pesquisas prosiguen a cargo de autoridades locales y federales.