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Solución moderna y sustentable a la situación del sargazo: combustibles y paneles para construcción

Investigadores y autoridades proponen transformar la macroalga que invade las costas en biogás, materiales de construcción y crédito de carbono para mitigar el impacto económico y ambiental.

Solución moderna y sustentable a la situación del sargazo: combustibles y paneles para construcción

Quintana Roo

26 de agosto de 2025

Redacción

El sargazoo, durante los últimos años, ha afectado las playas del Caribe mexicano —con epicentros en Cancún, Cozumel y Tulum— esto ha llevado a investigadores y actores públicos a buscar usos comerciales y ambientales para esa biomasa. Entre las opciones más discutidas figuran la producción de biogás, la fabricación de paneles para construcción y la generación de créditos de carbono, soluciones que pretenden convertir un problema en una oportunidad económica y ambiental.


El costo económico del sargazo

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que la presencia del sargazo puede reducir la actividad económica local —medida como producto local bruto— en alrededor de 11.6% en las zonas costeras más dependientes del turismo, una cifra que refleja el fuerte daño reputacional y operativo para destinos turísticos.


Además del impacto en el PIB local, limpiar y contener las playas también tiene costos directos: el sector hotelero mexicano afronta gastos anuales que superan los 100 millones de dólares para retirar el sargazo y mantener las franjas de arena aptas para el turismo. Estas cifras explican por qué tanto la academia como empresas privadas y autoridades buscan alternativas de aprovechamiento.


Biogás a partir de sargazo: ¿cuánta energía se puede obtener?

Ingenieros y emprendedores han calculado rendimientos prometedores al procesar grandes volúmenes de sargazo. Según expertos citados por medios internacionales, 500 toneladas de sargazo procesadas podrían producir cerca de 20,000 metros cúbicos de biogás, y un metro cúbico de biogás aporta aproximadamente la energía equivalente a un litro de gasolina. Con esos números, la idea es que cantidades sostenidas de sargazo podrían abastecer demandas energéticas locales o complementar suministros convencionales.


Sargapanel y otros productos: construir con algas

En la UNAM se ha desarrollado el Sargapanel, un panel de construcción que incorpora sargazo (mezclado con yeso u otros compuestos) como materia prima. Estos paneles usan decenas de kilos de sargazo húmedo por pieza y, según sus desarrolladores, ofrecen resistencia al impacto, mayor flexibilidad y comportamiento ignífugo en comparación con algunos paneles convencionales. Además, el proyecto contempla la posibilidad de generar ingresos adicionales mediante bonos de carbono, ya que el procesamiento y el uso del sargazo pueden traducirse en mecanismos de captura o compensación de emisiones.


Las estimaciones presentadas por los grupos de investigación señalan que, si se procesaran miles de toneladas al año para fabricar materiales como Sargapanel, se podrían generar ganancias por venta de paneles y por créditos de carbono, además de absorber cantidades significativas de CO₂ equivalentes.


Qué dice la autoridad estatal: Óscar Rébora y la respuesta de SEMA

La Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo (SEMA), dirigida por Óscar Rébora Aguilera, ha informado que este año la recolección de sargazo ha sido intensa y que, hasta fechas recientes, se han acopiado más de 41,000 toneladas en las costas del estado. Rébora ha señalado, además, que la dependencia está reforzando una estrategia integral para contener y limpiar la macroalga —con barreras en alta mar, embarcaciones especializadas, brigadas terrestres y acciones coordinadas con municipios y la federación—, y que se trabaja en esquemas para dar un uso productivo al material.


La postura oficial combina dos objetivos: a corto plazo, proteger playas y a las familias que dependen del turismo mediante limpieza y contención; a mediano y largo plazo, impulsar proyectos de economía circular —incluida la posibilidad de plantas para generar energía o materiales— que transformen el sargazo en un recurso.


Retos y consideraciones técnicas y ambientales

Aunque las propuestas son atractivas, especialistas advierten sobre límites y riesgos: el sargazo, al descomponerse, puede liberar gases y concentrar metales pesados (como arsénico o plomo), por lo que su manejo y destino deben diseñarse con criterios sanitarios y ambientales estrictos. También hay desafíos logísticos (recolección en altamar, transporte, secado y tratamiento), económicos (escalar procesos a costos competitivos) y regulatorios (normas sanitarias y de certificación de créditos de carbono).


La búsqueda de combustibles, materiales constructivos y créditos de carbono derivados del sargazo representa una ruta prometedora para mitigar impactos y crear valor local. No obstante, su viabilidad dependerá de investigación continua, inversión en infraestructura, controles ambientales y acuerdos públicos-privados que garanticen seguridad sanitaria, beneficios comunitarios y escalabilidad. Mientras tanto, las autoridades estatales como la SEMA han reforzado labores de recolección y contención para proteger la actividad turística y a las comunidades costeras.

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