La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró temporalmente un predio en el ejido Mesatunich, municipio de Tekax, Yucatán, luego de detectar operaciones de cambio de uso de suelo realizadas sin la autorización correspondiente. La inspección, realizada el 13 de agosto de 2025, confirmó la eliminación de 147 hectáreas de selva mediana subcaducifolia para establecer cultivos agrícolas de sorgo y maíz en una superficie total revisada de 184 hectáreas.

Durante el operativo, el personal de Profepa colocó sellos de clausura en las instalaciones y ordenó la clausura total temporal de las actividades productivas en el predio, al considerar que la remoción de vegetación nativa representa un riesgo inminente para el ecosistema forestal local. En el lugar no se localizaron personas responsables de las labores, por lo que la dependencia anunció que dará seguimiento mediante el procedimiento administrativo correspondiente para deslindar responsabilidades y aplicar las sanciones que marca la normativa vigente.

Fuentes oficiales difundidas por la autoridad señalan que el predio se ubica en un área trabajada por población menonita, y que existen denuncias ciudadanas que atribuyen a la expansión de zonas agrícolas de comunidades menonitas la pérdida de extensas superficies de selva en distintas áreas de la península de Yucatán. Profepa subrayó que estas denuncias han intensificado la vigilancia y motivado operativos de verificación en la región.

La remoción de selva mediana subcaducifolia tiene implicaciones directas sobre la integridad de la Selva Maya, la capacidad de captación y regulación de agua, la biodiversidad local y la continuidad de hábitats para flora y fauna nativas. Por ello, la autoridad ambiental insistió en su compromiso por frenar la deforestación y restaurar condiciones cuando sea posible, además de promover un manejo responsable y sostenible de los recursos naturales en beneficio de las comunidades locales.

Profepa aclaró que, tras la identificación de irregularidades, seguirá el procedimiento administrativo para integrar el expediente, practicar diligencias adicionales y, en su caso, imponer las sanciones administrativas correspondientes, que pueden incluir multas y otras medidas para restaurar el sitio. La dependencia también advirtió que la vigilancia continuará en el sureste del país para atender reportes ciudadanos y prevenir nuevos cambios de uso de suelo realizados sin autorización.

La clausura en Mesatunich ejemplifica la tensión entre la expansión agrícola no regulada y la protección de ecosistemas protegidos en Yucatán; el caso queda ahora en manos de la autoridad para determinar responsabilidades, aplicar la ley y definir las acciones de reparación que garanticen la conservación de la selva para las generaciones futuras.