El 33% de las casas del Centro Histórico de Villahermosa están abandonadas
917 inmuebles vacíos que elevan inseguridad, degradan el paisaje urbano y preocupan a vecinos y autoridades.

Tabasco
29 de agosto de 2025
Redacción
En el corazón de Villahermosa se concentra un problema urbano que crece y alarma: 917 viviendas del Centro Histórico están abandonadas, lo que representa aproximadamente el 33% del parque habitacional de esa zona (917 de 2,772 inmuebles contabilizados entre ocupados y vacíos). Estas casas vacías generan efectos en cadena: aumentan la inseguridad, favorecen el vandalismo, acumulan basura y presionan a la baja el valor de las propiedades circundantes.
A nivel estatal, el panorama tampoco es menor. De acuerdo con cifras del Censo de Población y Vivienda del INEGI, Tabasco registra 669,303 viviendas; entre el 11% y el 18% del total no está habitada por diversas causas, y se estima que entre 75,000 y 125,000 inmuebles se encuentran en condiciones deplorables que afectan a comunidades enteras.
Impactos en la convivencia y la salud pública
Vecinos y comerciantes detallan que las casas vacías ya no son sólo fachadas deterioradas: se han convertido en refugio para personas en situación de calle, posibles grupos delictivos y migrantes, y en criaderos de fauna nociva. La acumulación de desechos y la falta de mantenimiento favorecen la proliferación de mosquitos y roedores, lo que incrementa el riesgo de enfermedades como dengue, zika, chikungunya y leptospirosis, alertan residentes.
Quienes viven alrededor de estas propiedades señalan calles concretas donde el problema es visible —entre ellas Miguel Hidalgo, Iguala, Ignacio Zaragoza, 27 de Febrero, Constitución, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez— y reportan actividades que generan temor: consumo de drogas, actos de vandalismo y presencia de personas en situaciones vulnerables. Habitantes relatan que, aun cuando se solicita intervención a las autoridades locales, la respuesta resulta insuficiente o intermitente.
Efectos económicos y sociales
El abandono de inmuebles de valor histórico y urbano impacta directamente en la economía local: la devaluación de viviendas aledañas erosiona el patrimonio de las familias, mientras que el deterioro estético contribuye a la percepción de desorden y abandono del tejido social. Comerciantes y transeúntes sufren las consecuencias en su seguridad y en la calidad del espacio público.
Causas señaladas y obstáculos jurídicos
Entre las causas que explican el fenómeno se encuentran adeudos en créditos (por ejemplo con Infonavit), litigios sucesorios, fallecimientos sin testar y propiedades intestadas; muchas de las viviendas involucradas fueron construidas hace más de un siglo y arrastran problemas de tenencia y mantenimiento. La ausencia de un registro actualizado de propietarios y la carencia de procedimientos legales ágiles para la enajenación o rehabilitación de bienes abandonados dificultan la intervención municipal y estatal.
Propuestas y demandas ciudadanas
Habitantes y especialistas han planteado medidas para enfrentar el problema: localizar a los propietarios, obligarlos a limpiar o asegurar sus inmuebles, y diseñar programas de reordenamiento urbano que permitan la recuperación de viviendas. El abogado Marcos Hernández García propone la creación de un Consejo Estatal de Vivienda que defina acciones concretas y vías legales específicas para regular los casos de inmuebles abandonados, ya que, según él, el marco jurídico actual deja vacíos que impiden una gestión eficaz.
Llamado a la acción
Vecinos como Rocío Hernández y Mario Rivera urgieron a las autoridades a intervenir antes de que la situación se agrave: piden rondines policiales constantes, campañas de desazolve y saneamiento, y programas que permitan recuperar y dar uso a las casas abandonadas para beneficio de la comunidad. Mientras tanto, muchos residentes expresan temor por la seguridad de estudiantes y transeúntes que circulan de noche por zonas afectadas.
El abandono de viviendas en Villahermosa plantea un reto multidimensional: requiere coordinación entre autoridades municipales, estatales, instancias de vivienda y la sociedad civil para cerrar vacíos legales, localizar responsables y convertir inmuebles en activos recuperables que mejoren la seguridad, la salud pública y el valor urbano del Centro Histórico.

