AMAM: dos planillas compiten por renovar la dirección y definir la agenda nacional de movilidad
Reelección vs. renovación: Aguascalientes y el Estado de México disputan la presidencia de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad en un momento de mayor coordinación federal.

México
4 de noviembre de 2025
Redacción
La Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), que agrupa a los principales responsables de la política de transporte en estados y municipios, enfrenta una elección inusual: por primera vez dos planillas competirán por la presidencia. El actual dirigente, Ricardo Serrano Rangel, coordinador de Movilidad de Aguascalientes, busca la reelección para dar continuidad a su proyecto; su contrincante es Daniel Sibaja González, secretario de Movilidad del Estado de México, quien aspira a encabezar la asociación con una plataforma enfocada en la coordinación interestatal y la inclusión en movilidad.
La contienda ocurre en un contexto que sus propios actores han calificado como histórico. La creación del Sistema Nacional de Movilidad, impulsada por la SEDATU y la SICT, abre nuevas posibilidades de coordinación entre federación y entidades. Para Sibaja, citado en la campaña, este momento permite institucionalizar a la AMAM y conectarla de forma más efectiva con las políticas nacionales —especialmente con proyectos ferroviarios y las nuevas figuras federales para transporte— con el objetivo de traducir infraestructura en beneficios concretos para la ciudadanía.
La AMAM, según sus integrantes, aspira a consolidarse como una plataforma técnica y política que armonice leyes y reglamentos locales con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, apoye la profesionalización de autoridades y promueva marcos normativos coherentes entre las entidades. En la práctica, sus actividades incluyen mesas de trabajo, asesorías especializadas y la creación de redes de cooperación para compartir buenas prácticas y diseñar soluciones adaptadas a cada realidad regional.
Entre las fortalezas destacadas por Daniel Sibaja se encuentra la capacidad de la asociación para funcionar como puente entre niveles de gobierno y su papel en la adopción de políticas que prioricen seguridad, eficiencia y sostenibilidad. También subraya la oportunidad de aprovechar cooperación técnica internacional —BID, Banco Mundial, fondos verdes, Unión Europea— para financiar estudios y proyectos que impulsen sistemas más modernos.
No obstante, la AMAM encara retos relevantes. La gobernanza aparece como el principal desafío: articular e implementar políticas públicas consistentes requiere combinar rigor técnico con consensos políticos y procesos de capacitación continuos. Sibaja advierte que la adopción de tecnologías como la electromovilidad debe estar integrada en planes sistémicos —no ser un simple emblema— y que los proyectos deben contar con base técnica sólida para garantizar su continuidad y buen uso de recursos.
La elección entre continuidad (Serrano) y renovación (Sibaja) simboliza además un debate sobre el rol de la AMAM en el nuevo ciclo de inversión en transporte. Mientras una planilla apuesta por dar seguimiento a iniciativas existentes, la otra propone una mayor articulación interestatal para maximizar el impacto de inversiones federales en trenes, teleféricos urbanos y corredores integrados. Para ambos, la prioridad declarada es la misma: cambiar la vida de las personas a través de sistemas de movilidad más seguros, accesibles e inclusivos.
Con la votación próxima, la AMAM busca consolidar un liderazgo capaz de traducir la oportunidad institucional actual en acciones concretas: marcos regulatorios armonizados, capacitación permanente, proyectos técnicamente sustentados y una agenda que vincule la planeación local con las grandes obras federales.

